El Palomar

Limpiando sus dientes como todas las mañanas, Marta se disponía a empezar su día tranquilamente.
Preparar el desayuno. Limpiar los platos de la noche anterior. Comprar el diario.
Charlar con las vecinas. Sin mas problemas en su vida que llegar a fin de mes con su jubilación, ella vivía digamos una vida normal, a no ser por ciertos detalles que nadie podría imaginar…
La mayoría de las personas cuando llegan a cierta edad se vuelcan mas a buscar compañía felina o canina…ya sea por soledad u otro motivo, pero ella siempre prefirió a las palomas…
Tal es así que todas las tardes de su vida, se iba al palomar de la plaza, donde pasaba horas y horas charlando con ellas, mientras las emplumadas compañeras la miraban atentamente como encantadas por el sonido de su voz.
Sabia bien que mantenerlas vivas era una tarea ardua, con tantos gatos sueltos y chicos con gomeras dispuestos a hacerlas partir al mas allá. Sin ir más lejos, había llegado a pelearse con madres vecinas por querer pegarles con su bastón a los chicos de la vuelta por jugar con los cadáveres putrefactos de sus amigas las palomas…
Un día en particular, un grupo de jóvenes un poco mas grandes que los que la molestaban, entraron al palomar con varios gatos, sabiendo el efecto que le causaría a Marta al ver a sus compañeras mutiladas por los felinos asesinos…
Ella jamás hubiera imaginado que a partir de ese día su vida cambiaria drásticamente para siempre.
Estuvo mucho tiempo encerrada, maldiciendo a los culpables de la masacre del palomar, y como en todo barrio, al final siempre todo se sabe, supo quienes fueron los responsables del acontecimiento.
Al mes del hecho, volvió a salir, y fue nuevamente a su refugio del mundo humano, su palomar, habían nacido varios pichones y quedado varias palomas heridas, pero para su asombro no hubo tantas muertes como ella había visto el día de la masacre, así lo nombraba ella.
Habiendo preparado la mezcla de comida para pájaros comenzó a contarles su plan de venganza, las palomas parecían entender cada una de sus palabras…
Sin dudarlo, se hizo amiga de las madres y novias de los delincuentes que idearon el plan, teniendo la confianza de las mujeres a su lado, pudo entrar en cada una de las casas de los “malditos asesinos”.
Vio quienes tenían perro, gato, o algún otro animal.
Y cuando el sol bajaba…retiraba cuidadosamente cada uno de los integrantes felinos o caninos de sus hogares…los llevaba a su casa les daba de comer, luego de hacerlos dormir, los descuartizaba y pasaba por la picadora de carne que había heredado de su madre, mezclaba los restos con el alimento para sus compañeras de vida, y dormía tranquilamente pensando en el festín que les daría a ellas, sus queridas y adoradas palomas…
Ni pensando que alguien la podría ver y contar lo que hacia, marta fue matando uno a uno los animales, y ahí fue cuando atando cabos una mujer comento que había visto a marta en sospecha posición en la casa de Abel, justo la noche que desapareció “Toby”.
Fueron a su casa en busca de pruebas, las cuales nunca encontraron…
Loca de la ira, Marta ahora iba en busca de más sangre, sangre que sentía que le debían a las palomas, por haber sido victimas de semejante salvajismo.
Ojo por ojo, diente por diente, y sangre por sangre repetía en su mente.
Mientras tanto los dueños de las mascotas, ya por su cuenta pensaban agarrarla ni bien la vieran entrar al palomar, para darle un último susto.
Serian las 4 de la tarde cuando la vieron llegar a la plaza, estuvo sentada mirando el cielo y con un termo y vasitos de plásticos en mano.
Al transcurrir el tiempo, los encargados de darle su ultimo susto, se dieron cuenta que hoy no entraría al palomar, cosa que les pareció sumamente extraña…
Miraba a todos de reojo, pero sin quitar la mirada del cielo, donde siempre pensó que podría unirse con ellas, sus amigas.
Siendo ya casi de noche, enfilo para su refugio, sintiendo que las miradas de los únicos presentes en la plaza se clavaban en su nuca…
Sabía que al entrar a su refugio seria su última morada, su tumba.
Cinco minutos después de comenzado el festín para sus amigas irrumpen violentamente los responsables de la tragedia anterior.
Marta grita esperando que alguien la escuche mientras entre todos la golpean brutalmente, “Te vamos a hacer lo mismo que le hiciste a nuestras mascotas vieja de mierda”…
Golpes, por todo su cuerpo no bastan para calmar la sed de sangre de todos los presentes, ahí es cuando llega el ultimo invitado al lugar y trae consigo un bidón de kerosén y rocía todo el palomar y a marta también…
Sus gritos se escuchaban a una cuadra, cuando los bomberos llegaron no había mas nada que hacer, restos chamuscados de la vieja y alguna que otra paloma que no pudo escapar estaban en el suelo.
Su casa sin quien la reclame, se fue llenando de a poco de palomas, todas vigilando la entrada, todas expectantes de ver quien se atrevía a pasar por allí.
A poco menos de un año de su muerte, y ya las familias de los asesinos con nuevas mascotas, comenzaron a suceder las misteriosas muertes de los animales, misteriosas en sentido figurado, ya que varias personas aseguran haber visto, que son las palomas que habitan su casa, quienes atacan sin piedad buscando comida, la comida que con tanto gusto Marta les preparaba.
Ya lo dice el refrán:”Haya cebo en el palomar, que palomas no faltaran”.
Dicen que dicen que dicen, que todos los 19 de diciembre a la tarde las palomas dejan su nuevo hogar a las 4 en punto y van al antiguo palomar que las albergaba, esperando a su amiga humana.
La cual nunca llega.
Ya que nunca se fue.

Un Torso

Viajando al interior del país, tuve que pasar una noche en la ruta durmiendo bajo el abrigo de las estrellas, sin dinero de mas para conseguirme una habitación en algún hotelucho del lugar, me acomode en el asiento del acompañante de mi auto, y con todo mi cansancio me dormí profundamente.
Soñaba con mis próximas ventas en los pueblos de San Luís, o Córdoba quizás…
Un golpe en mi ventana trasera me despertó súbitamente de mi sueño, asustado mire hacia atrás esperando encontrar el porque del sonido, y sin ver nada mas que la basta oscuridad a mis anchas, asumí, que por ahí el sonido vino de mis sueños, y no de la realidad, sin estar del todo seguro sobre esto, tome coraje, y decidí bajar del auto sin mas arma que mi linterna y mi coraje.
Lentamente abrí la puerta del coche, y deslizando mi cabeza hacia abajo, me encontré con la nada…ya sin dudas, baje a averiguar si lo que me había despertado de mis futuras ventas, se encontraba todavía allí. Camine alumbrando todo a mi alrededor y di una vuelta entera al coche sin suerte, el murmullo del viento entre los árboles, me hizo dar un escalofrió, que se acrecentó al darme cuenta que entre los arbustos de al lado había algo que me observaba desde la inmensa oscuridad de la noche, sentí miedo, pero no del común, me sentí desprotegido, que iba a hacer si era un ladrón armado, que podía llegar a hacerle con mi linterna?, y si era un algún animal salvaje?, llegaría a tiempo a encerrarme dentro del auto para escapar?, muchas preguntas pensé en milésimas de segundos, y sin dudarlo, empecé a caminar lentamente alumbrando hacia mi frente, esperando poder ver que era lo que había allí, un sudor frío recorría mi frente, el corazón latía a mas no poder, mis ojos intentaban ver mas allá de lo que podían, mis manos estaban frías, el terror que sentí hace unos momentos atrás, ya era mucho mayor, en el trayecto a la zona de donde sabia que algo me observaba, algo golpeo mi auto por delante y cuando gire a ver que fue lo que lo golpeo, una sombra huyo hacia el otro lado de la ruta, ya a esta altura mis nervios estaban en su peor momento, quería saber pero al mismo tiempo sentía un gran temor de ver que era lo que se escondía por allí. Me daba aliento a mi mismo, y esos pocos pasos que me separaban de la luz de la luna a la negrura de los arbustos, se hicieron eternos, por un momento me dije, que haces?, busca la llave y andate lo mas rápido posible de acá, pero mi curiosidad y mi hambre de miedo no me dejaban huir…
Al llegar al lado de los arbustos, sin pensarlo abrí con mis manos temblorosas las ramas que tapaban lo que había del otro lado, y con la linterna en mi boca alumbraba la zona, al ver lo que había ahí me hizo helar el alma y con mi parca reacción corrí hacia al auto para escapar de allí. Ya en el camino de nuevo, pensé en acercarme a alguna comisaría para alertar de lo que había visto, las imágenes y toda la situación en mi cabeza trataban de buscarle sentido a lo que me había pasado, pero no lo encontraba.
Medio torso humano, la parte superior, cabeza, brazos y pecho, mordido por vaya a saber que cosa, era lo que había visto, tenia la lengua afuera y toda la cara mordida, supuse que era un hombre por la contextura, pero lo vi tan rápido que no estoy seguro.
Que tenían que ver los golpes a mi auto, la sombra y el medio torso humano?, por que carajo tuve que parar para dormir allí?, porque?, mientras manejaba sin dirección tratando de poner mi mente en claro, vi algo que me dejo mas atónito y mas aterrado que antes, un anillo de compromiso se encontraba sobre el asiento del acompañante, como carajo llego ahí?, de quien era ese anillo?, como nunca lo vi?, todo eso se me venia a la mente, y distraído de la ruta, agarre el anillo y lo empecé a inspeccionar para ver si tenia algún grabado que dijera algo que me pueda ayudar…


Al ponerme a mirar el anillo, perdí la ruta, y ya andando sobre una calle de tierra sin marcar, paré el auto y cuando baje del mismo, me quede mudo, mirando mí alrededor… Era la misma ruta, el mismo lugar donde había dormido, nada mas que no había mas pavimento…Mi cabeza ya a este momento, colapsaba, me dije a mi mismo que estaba loco, que no podía ser, que me calmara, y me quede un rato contemplando el anillo tirado a un lado del auto.
Se puede alucinar de esta manera?, podría haber perdido la razón de un momento a otro?, que otra cosa puede ser?, nada de esto parece racional ni mucho menos posible en la vida real, y ahí fue cuando mi cabeza hizo clic, y si todo esto es todavía parte de mi sueño?, como haría para despertarme?, alguna vez despertaría?, me pellizqué inútilmente esperando despertarme de esa pesadilla que estaba “viviendo”…nada, solo logre dejarme marcado los brazos de tanto pellizcos en vano, ya suponiendo y creyendo del todo que era mi sueño lo que estaba viviendo, agarre mi linterna y fui en búsqueda del torso, para ver si me daba alguna pista de los extraños acontecimientos que estaba teniendo, supuse que una vez finalizada la búsqueda de la respuesta del misterio, despertaría en el asiento babeando y seguiría mi viaje riéndome de mi mismo.
Rompí alguna ramas, para pasar sin lastimarme y me encontré sorprendido al ver que el medio torso, por algo o alguien, había sido arrastrado, las marcas de sangre estaban por toda la tierra, y al escuchar ruidos delante de mi, agarre un palo que encontré en el camino y apague mi linterna para no alertar a lo que sea que estuviera con el torso, sigilosamente me fui acercando. Así mismo como me acerque sigilosamente, fue lo contrario que hice al ver al medio torso arrastrándose por si mismo por el campo, corrí y corrí hasta donde se encontraba el auto, el cual ya tampoco estaba…solo ese camino de tierra, mi linterna, los árboles y yo, fue ahí cuando empecé a desesperarme, pensando que nunca despertaría de ese maldito sueño, no dude en empezar a correr para el lado contrario por donde supuestamente había entrado a ese camino, corrí y corrí, creo que durante horas (o me parecieron) sin llegar a ningún lado, solo campo y mas campo, con ese camino de tierra sin final, durante mi corrida tire mi linterna que no funcionaba mas, así que solo contaba con mi hombría y el anillo que aun llevaba en mi mano, apretándolo todo el tiempo, como aferrandome a una esperanza que ya dejaba de ser grande para empezar a darle lugar a la desesperación.
Con lagrimas en mis ojos me tire en el medio del camino esperando la nada, ya que nada sucedía en ese maldito lugar, fueron días de plena oscuridad, digo días por que ese fue el tiempo que para mi, pase allí, en todos lados escuchaba algo arrastrarse que no me dejaba pensar con claridad ni dormir un poco para descansar, ya sin importarme nada tire el anillo con todas mis fuerzas hacia el campo, y le grita a la oscuridad: Acá me tenes!, que queres de mi?, eh?, que es todo esto?, por que me pasa esto a mi?...
Silencio y mas silencio, ya ni el viento ni la nada se escuchaba a mi alrededor, era un silencio mortal, yo sentía que mis fuerzas se achicaban y me estaba dejando morir dentro de ese lugar de locura del cual no podía salir.
Una mujer toca a mi ventana y me despierta, me encuentro en mi coche, durmiendo, saltando de adentro del auto, la abrazo y la beso, agradeciéndole por haberme despertado de esa pesadilla, la mujer no entendía nada, y me miraba con simpatía y con desconfianza a la vez, me vino a decir que corriera el auto por que mucha gente tuvo accidentes por esta zona, contento le dije a todo que si, y emprendí de nuevo mi viaje, pensando en el sueño que había tenido…
Ya con varios metros recorridos del lugar, quise buscar algo para comer y mirando hacia el asiento de al lado, volví a ver el anillo que dentro de mis sueños había arrojado a la oscuridad… desesperado por creerme dentro del sueño intento agarrarlo y arrojarlo por la ventana...sin darme cuenta que un auto venia directo hacia mi y por mas que hubiera reaccionado mas rápido, no hubiera podido escapar del choque.
Ahora me encuentro en el hospital de la zona, dando explicaciones a los policías que me miran y se ríen al contarle la experiencia de mi sueño y el anillo.
El conductor del auto murió, su medio torso fue encontrado a algunos metros del lugar del accidente.
El anillo nunca fue encontrado en mi auto, ni en la zona del accidente.

" La gente Come "

Cada uno a su manera, cada uno a su ritmo, pero la gente come...no solo comida, sino personas tambien, sin ir mas lejos Alberto se estaba comiendo un sundae de chocolate mientras me comia con la mirada....

Miraba su cucharita y se relamia pensando en vaya a saber uno que, de fondo, se escuchaba la risa de una vieja sin dientes, era la risa de Cornelia, la sra que arma los collares y los vende en la calle lavalle, Alberto termina su helado, me mira y sonrie, se levanta buscando algo que nunca perdió, encuentra algo que habia perdido hace tiempo, la verguenza.

"ESCURO"

Cuando me iba me di cuenta que en realidad no era asi, que al alejarme, me acercaba mas...

Sin Proponermelo cai desbordado de sentimientos que solo yo podia entender, sentia frio y calor, paz e inquietud...

Sentia y no sentia, dejaba de sentir solo cuando sentia y viceversa, pensaba para no sentir, sentia para no pensar, por que complicarme de esta manera?

Si el sentir y el pensar, estan unidos por el mismo hilo que me une a la vida.

Ya sin sentir ni pensar...me di cuenta de mi realidad.

Momentos atras habia muerto.

Featuring. Juan Lanas Pirómano ( 1era parte )

Nacido bajo el signo de Acuario, hijo de Maria Ovillo y Ángel Lanas, su vida se caracterizo por tener experiencias que lo acercaban al origen de su apellido, cumpliendo 7 años su abuela materna Matilde Tejido lo llevo al campo que pertenecía a su bisabuela Eleonora Pelusa.
Como toda señora del campo tejía muchas cosas con la lana de sus propias ovejas, bufandas, chalecos, pulloveres, etc. Todas las tardes que Juan pasaba allí, Eleonora junto a Matilde le contaban historias de espíritus chocarreros…la luz mala, el lobisón, el basilisco y el alma-mula eran sus preferidos.
El campo era lo que Juan más disfrutaba en su vida, esperaba con ansias los fines de semana para irse allá, y estar aislado de todo, entre los animales y árboles, entre asados y cuentos de terror, entre abuelas y noches de estrellas eternas…
Su vida transcurría sin mayores sobre saltos, más que solo preocuparse por sus juguetes y sus dos gatos, Mumi y Chicho.
Mumi apareció una noche sin que nadie se de cuenta, al amanecer vieron a la gatita blanca y peluda durmiendo entre las piernas de Juan, y decidieron dejársela, el siempre había querido tener una mascota, y Mumi venia como anillo al dedo.
Chicho, sin embargo, fue traído por el padre de Juan, lo había agarrado un auto y su patita trasera estaba lastimada, lo llevaron al medico y habían dicho que una vez curado lo iban a dejar en adopción en la veterinaria, cosa que nunca paso, Chicho supo como ganarse el afecto de todos y formaba una linda parejita junto a Mumi.
Al cumplir 14 años fue invitado junto con toda su familia a una fiesta típica del interior, la fogata de San Juan, sus abuelas, primos, tíos, y demás fliares se juntaban para esta celebración, y hacer las típicas fogatas que harían que los solteros encuentren a sus amores, y que todo lo malo que había pasado se vaya con esa quema y haya un nuevo comienzo a la mañana siguiente.
Nada mas lejano de lo que paso esa noche…en la que sin motivos aparentes cuando todos estaban comiendo algo en el establo, que fue preparado para el acontecimiento, se prendió fuego quemando a todos y dejando únicamente a Juan vivo, con algunas heridas superficiales…
A partir de ese día todo cambio para Juan Lanas, nada parecía ser lindo, nada…sus ojos llenos de fuego no cesaban de buscar mas fuego…paso por varias familias sustitutas, donde apenas llegaba a estar una semana, como mucho dos, los integrantes de estas familias sustitutas le comentaban a la asistente social que Juan, no era sociable, que maltrataba a los otros chicos, que no solo siempre prendía fuego los juguetes si no, que lo habían encontrado varias veces fumando cigarrillos.
Es así como Juan termina en manos de un joven medico que recién comenzaba su carrera de pediatra y ya que era amigo de Lucia, la asistente social, decidió hacerse cargo, inclusive sabiendo los antecedentes de este.
Su nombre era Mario Socolinski, era un joven apasionado por la medicina y por los jóvenes, sobre todo por estos últimos.
La convivencia no era buena, era pésima, pero Mario confiaba en que iba a lograr algo bueno con Juan, sus métodos eran un tanto no Ortodoxos, no vale la pena detallarlos, pero de apoco Juan y Mario se empezaron a tratar con mas respeto, compartían la mesa, y es así como Juan, con su corta edad convence a Mario de que pruebe el cigarrillo, sabiendo que era algo no hacia bien a la salud, Mario comienza a fumar Parissiens...
Pasaban los años y los acontecimientos siguientes a detallar por mí, pueden resultar un tanto raros en la vida de las personas comunes y sensibles, pero no para este par de pájaros locos, que eran Juan y Marito.

CONTINUARA…

"Y asi parecia ser la cosa...." Feat. "El conejo Pepito"

Fue algo fugaz pero Pepito entendió todo...ese dia comenzó a hacer las cosas a "HIS WAY", cansado de comer alimento balanceado todos los dias y mear, cagar y caminar sobre su propia mierda, decidió salir a buscar algo mas, se sentia chato, necesitaba el cambio, empezó a chatear, buscó trabajo ( empleado administrativo de dogui ), consiguio una nueva casa y se mudo, mientras se mudaba comenzó teatro con norman brisky, y ganó 200.000 en el telekino.

Pero no es hora de describir toda su vida si no un dia particular, el dia que las hamacas hablaron...ese dia Pepito se levantó presintiendo que iba a ser un dia particular...fue a su trabajo, cumplió con sus tareas administrativas, y al volver camino a su casa tenia pensado comprar una hamaca nueva ya que la que tenia hasta el momento estaba a punto de romperse, y pasar a mejor vida ( en el basurero o donde fuera ).

Paró en Hamacas Champan, probó unas cuantas y se decidio por la Verde.

Una vez en su casa, dejo sus cosas en la mesa, preparó su comida y se tiró a ver tv, una vez dispuesto a irse a dormir temprano ya que al levantarse el proximo dia, tiraria la hamaca vieja y pondria la nueva antes de ir a trabajar, estiró sus patitas traseras, cepilló sus dientes, se puso su pijama de ositos, y soñó.

Soñó que su hamaca le hablaba y le preguntaba si todo ese tiempo junto que habian compartido momentos tan gratos, no significaban nada para el...el conejo pensó y comenzó a recordar ( en sueños ) todo lo que habia hecho con ella...y se dio cuenta que no iba a ser facil desprenderse asi de facil, tantas cosas vividas buenas y malas, pesaban y mucho.....

Pepito despierta y va corriendo a ver su hamaca y a decirle que habia soñado que le habia hablado, que despues de haber recordado todo lo lindo, no la iba a poder tirar...pero que el ya habia comprado, una nueva y que no la iba a dejar sin uso.

La hamaca mas vieja gritó enfurecida y le dijo ELEGI, ella o yo...

Pepito estupefacto le dijo que si siempre pudo hablarle, por que no lo habia hecho antes, a lo que su hamaca le dijo que a veces no hace falta decir nada...solo estar...

Pepito entendió lo que quizo decir...la abrazo, lloro junto a ella, y despues la prendio fuego junto con la hamaca nueva...no pudo elegir entre una u otra... asi que compro una tercera y se hizo de comer ravioles de espinaca,... mirando gran hermano recordó cuantas cosas habia sentido ese dia, y entendió que para elegir no hace falta elegir, que solo hace falta no decir, ni pensar, ni hacer, solo sentir.

Sintió, y sintió como nunca antes,... un olor a quemado MAAAAAAAAAAAAALLLLLLLLLL, era la salsa que se habia quemado, habia estado tan colgado en sus pensamientos que se olvido de la salsa al fuego, apagó la cocina, lavo los platos, comió helado de zanahoria y apio, con un poco de whisky y nueces, y vivió feliz para siempre.

Eso quisieran uds leer, pero no fue lo que paso en realidad, Pepito, despues de quemar las dos hamacas fue muy infeliz, ellas se le aparecian en sus sueños y lo torturaban en una hoguera, le decian que su colita despues de muerto terminaria en alguna feria de la costanera vendida a algun pendejo un dia domingo a la tarde, y que el resto de su cuerpo seria comido por los perros y los restos de los restos de sus restos comidos por gusanos.

Pepito enloqueció, y comenzó a escribir en las paredes, que nadie iba a ser feliz luego de que las hamacas se revelen.

Un dia como hoy se cansó de vivir, tomó unas tic tac de naranja con yakult y actimel y murió de sobredosis de lactosa, en menos de dos horas y por menos de dos calorias.

Featuring. "ANONIMO" ( Tercera y ultima entrega )

Lo ultimo que se supo del ANONIMO, fue que anduvo por punta del este saboteando los desfiles, si el no podia subir a la pasarela NADIE lo haria.
Ahogó a su gato, y arrancó de a uno los pelos del felpudo de la puerta de su vecina.
Con la piel del gato y los pelos del felpudo se hizo un traje de comic, muy al estilo Gatubela, nada mas que como era un poco mas gordito, solo tapaba sus pesones y y partes intimas inferiores, asi decidió convertirse en el ANONIMO VENGADOR ( creia que el vengador anonimo ya era conocido , so, decidió darlo vuelta)
Ahora cada vez que una pareja de oso/ cazador, oso / oso, era feliz, el metia su puño de venganza sobre ellos, atormentandolos.
Un dia como hoy se subio al 39 fue hasta el final del recorrido, se comio al colectivero se enamoró, pusieron otra linea de colectivos diferenciales, y NO vivió feliz para siempre, ya que al poco tiempo el colectivero lo re cagó, lo dejo en la calle, y sin su traje de vengadora.
Es el dia de hoy que vaga por las calles pidiendo monedas para entrar a los cybers a ver si alguien comenta que fue de su vida.