lunes, 23 de febrero de 2009

El Palomar


Limpiando sus dientes como todas las mañanas, Marta se disponía a empezar su día tranquilamente.
Preparar el desayuno. Limpiar los platos de la noche anterior. Comprar el diario.
Charlar con las vecinas. Sin mas problemas en su vida que llegar a fin de mes con su jubilación, ella vivía digamos una vida normal, a no ser por ciertos detalles que nadie podría imaginar…
La mayoría de las personas cuando llegan a cierta edad se vuelcan mas a buscar compañía felina o canina…ya sea por soledad u otro motivo, pero ella siempre prefirió a las palomas…
Tal es así que todas las tardes de su vida, se iba al palomar de la plaza, donde pasaba horas y horas charlando con ellas, mientras las emplumadas compañeras la miraban atentamente como encantadas por el sonido de su voz.
Sabia bien que mantenerlas vivas era una tarea ardua, con tantos gatos sueltos y chicos con gomeras dispuestos a hacerlas partir al mas allá. Sin ir más lejos, había llegado a pelearse con madres vecinas por querer pegarles con su bastón a los chicos de la vuelta por jugar con los cadáveres putrefactos de sus amigas las palomas…
Un día en particular, un grupo de jóvenes un poco mas grandes que los que la molestaban, entraron al palomar con varios gatos, sabiendo el efecto que le causaría a Marta al ver a sus compañeras mutiladas por los felinos asesinos…
Ella jamás hubiera imaginado que a partir de ese día su vida cambiaria drásticamente para siempre.
Estuvo mucho tiempo encerrada, maldiciendo a los culpables de la masacre del palomar, y como en todo barrio, al final siempre todo se sabe, supo quienes fueron los responsables del acontecimiento.
Al mes del hecho, volvió a salir, y fue nuevamente a su refugio del mundo humano, su palomar, habían nacido varios pichones y quedado varias palomas heridas, pero para su asombro no hubo tantas muertes como ella había visto el día de la masacre, así lo nombraba ella.
Habiendo preparado la mezcla de comida para pájaros comenzó a contarles su plan de venganza, las palomas parecían entender cada una de sus palabras…
Sin dudarlo, se hizo amiga de las madres y novias de los delincuentes que idearon el plan, teniendo la confianza de las mujeres a su lado, pudo entrar en cada una de las casas de los “malditos asesinos”.
Vio quienes tenían perro, gato, o algún otro animal.
Y cuando el sol bajaba…retiraba cuidadosamente cada uno de los integrantes felinos o caninos de sus hogares…los llevaba a su casa les daba de comer, luego de hacerlos dormir, los descuartizaba y pasaba por la picadora de carne que había heredado de su madre, mezclaba los restos con el alimento para sus compañeras de vida, y dormía tranquilamente pensando en el festín que les daría a ellas, sus queridas y adoradas palomas…
Ni pensando que alguien la podría ver y contar lo que hacia, marta fue matando uno a uno los animales, y ahí fue cuando atando cabos una mujer comento que había visto a marta en sospecha posición en la casa de Abel, justo la noche que desapareció “Toby”.
Fueron a su casa en busca de pruebas, las cuales nunca encontraron…
Loca de la ira, Marta ahora iba en busca de más sangre, sangre que sentía que le debían a las palomas, por haber sido victimas de semejante salvajismo.
Ojo por ojo, diente por diente, y sangre por sangre repetía en su mente.
Mientras tanto los dueños de las mascotas, ya por su cuenta pensaban agarrarla ni bien la vieran entrar al palomar, para darle un último susto.
Serian las 4 de la tarde cuando la vieron llegar a la plaza, estuvo sentada mirando el cielo y con un termo y vasitos de plásticos en mano.
Al transcurrir el tiempo, los encargados de darle su ultimo susto, se dieron cuenta que hoy no entraría al palomar, cosa que les pareció sumamente extraña…
Miraba a todos de reojo, pero sin quitar la mirada del cielo, donde siempre pensó que podría unirse con ellas, sus amigas.
Siendo ya casi de noche, enfilo para su refugio, sintiendo que las miradas de los únicos presentes en la plaza se clavaban en su nuca…
Sabía que al entrar a su refugio seria su última morada, su tumba.
Cinco minutos después de comenzado el festín para sus amigas irrumpen violentamente los responsables de la tragedia anterior.
Marta grita esperando que alguien la escuche mientras entre todos la golpean brutalmente, “Te vamos a hacer lo mismo que le hiciste a nuestras mascotas vieja de mierda”…
Golpes, por todo su cuerpo no bastan para calmar la sed de sangre de todos los presentes, ahí es cuando llega el ultimo invitado al lugar y trae consigo un bidón de kerosén y rocía todo el palomar y a marta también…
Sus gritos se escuchaban a una cuadra, cuando los bomberos llegaron no había mas nada que hacer, restos chamuscados de la vieja y alguna que otra paloma que no pudo escapar estaban en el suelo.
Su casa sin quien la reclame, se fue llenando de a poco de palomas, todas vigilando la entrada, todas expectantes de ver quien se atrevía a pasar por allí.
A poco menos de un año de su muerte, y ya las familias de los asesinos con nuevas mascotas, comenzaron a suceder las misteriosas muertes de los animales, misteriosas en sentido figurado, ya que varias personas aseguran haber visto, que son las palomas que habitan su casa, quienes atacan sin piedad buscando comida, la comida que con tanto gusto Marta les preparaba.
Ya lo dice el refrán:”Haya cebo en el palomar, que palomas no faltaran”.
Dicen que dicen que dicen, que todos los 19 de diciembre a la tarde las palomas dejan su nuevo hogar a las 4 en punto y van al antiguo palomar que las albergaba, esperando a su amiga humana.
La cual nunca llega.
Ya que nunca se fue.

4 comentarios:

Chico idiota dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
pikachu06 dijo...

UF....NO PENSE KE ESTABAS TAN LIMADON MOROCHO....


ME ENCANTÓ EL CUENTO, AUNKE ME DEJÓ UNA SENSACION MEDIA RARA...


PROCEDO A LEER "EL TORSO"

Anónimo dijo...

acá paso, si don peppin's dice que el blog es bueno, palabra santa.

no hay nada que me de mas asco que las palomas, puaj!!!!!!!!!ese runruneo me pone mal.

me gustó.

Anónimo dijo...

unico el cuento...
no te hacia con estos dotes tan tetricos...
divino tobi..!
:)